Bodegas Menade (Rueda) acaba de iniciar la vendimia con la recogida de la uva Sauvignon Blanc, en una añada que se ha caracterizado por la sequía, lo que ha favorecido un estado sanitario de la uva excepcional.
Aunque previsiblemente podría ser un año con abundante uva, la falta de precipitaciones (ha llovido la mitad de lo habitual) durante la primavera y el otoño han limitado la producción, por lo que 2019 puede definirse como ‘normal’ en cuanto a la cantidad de uva. No obstante, se realiza poda verde con el fin de ajustar los rendimientos, que se oscilan entre los 6.000 y 7.000 kg/Ha, es decir, entre 18 y 22 racimos por cepa.
Los hermanos Sanz han decidió adelantar unos días el inicio de la recolección ateniendo, sobre todo, a las catas organolépticas de las uvas, con el fin de tratar de potenciar los aromas varietales. Menade es, normalmente, una de las bodegas que comienza en primer lugar la recogida de la uva, buscando el lado más salvaje y fresco de las variedades. La vendimia de la Verdeja se generalizará a primeros de septiembre.
La amplitud térmica durante las semanas previas a la vendimia – pasando de 25ºC de media de temperatura diurna, a 13ºC en las nocturnas – ayuda a fijar los aromas y a obtener mostos con una acidez natural muy bien compensada.
Vendimia de Clandestino y variedades experimentales
En Toro el crecimiento y maduración han ido un poco más retrasado y la pluviometría ha sido superior que en la zona de Rueda, por lo que las vides tienen suficientes reservas de agua para terminar de madurar adecuadamente. En este caso, las cepas centenarias han aprendido prácticamente a auto-regularse y ofrecen un rendimiento por hectárea sobre los 2.000 Kg de uva.
Por segundo año, en Menade también se vinificarán variedades blancas experimentales como Viogner, Godello, Garnacha Blanca, Gewürztraminer, Riesling, Albariño o Treixadura.