Un verano seco, con altas temperaturas durante muchas horas hizo pensar que la cosecha iba a mermar y que algunos parámetros, como la acidez, no fuesen los deseados.
Pero, ¡nada más lejos de la realidad! Finalmente hemos recolectado aproximadamente lo mismo que otros años. Esto es debido a que cada vez conocemos más en profundidad el campo, qué necesita y cuándo. Tuvimos que aportar agua en determinados momentos para asegurar el correcto desarrollo de la vid, buscando el equilibrio y, sobre todo, mantener un suelo vivo.
Como ya hemos comentado en otras ocasiones, la prevención es fundamental en agricultura ecológica. Decidimos retirar las cubiertas vegetales antes de lo habitual porque, ante la previsión de falta de agua continuada, podían ser de gran competencia para las viñas a la hora de captar recursos.
En cierto momento, las plantas llegaron a bloquearse, cerraron estomas. Esto auguraba una vendimia temprana, pero finalmente comenzó en las fechas habituales y quince días después de lo estimado inicialmente para cosecha 2022. En Menade siempre apostamos por vendimias tempranas para preservar la acidez y los aromas primarios más salvajes.
Las maduraciones no fueron homogéneas, por lo que fue necesario afinar para escoger el momento óptimo de recolección de cada parcela y de cada área de viña en concreto. Ha sido una campaña extraña por el año climático, “una de las vendimias más raras de nuestras vidas”, aseguran los hermanos Sanz, pero tranquila porque el tiempo ha acompañado.
Las uvas llegaron a la bodega en un estado sanitario perfecto, muy sanas y bien equilibradas en grado de alcohol, azúcares, Ph, acidez… Las fermentaciones, con levaduras autóctonas como siempre, ha sido rápidas y por ello los vinos saldrán el mercado pronto. En años cálidos como éste los vinos están redondos antes.
Con las altas temperaturas, los vinos de sauvignon blanc tienen una expresión aromática más moderada, pero bocas muy contundentes y sabrosas. Los vinos de verdejo también presentan aromas maduros, anís, manzana fresca y bocas amplias, grasas, con un final mineral muy interesante.
Pensando en la próxima campaña
Acabada la vendimia, mientras el trabajo en bodega continúa, ya se está pensando en la próxima cosecha.
Por otro, estamos analizando todos los datos que tenemos de 2022: cuándo brotó la viña, qué tratamientos hemos realizado y también examinamos el suelo para decidir qué cubiertas vegetales elegir y cómo abonar.
De momento, hemos sembrado las calles con abonado verde y, como cubiertas vegetales, es probable que optemos por guisantes, que aportan nitrógeno y oxigenan el suelo; y, para liberarlo, una mezcla de mostaza y tréboles.