Los vinos jóvenes de Bodegas Menade de la añada 2020 ya están disponibles en el mercado. Esta cosecha será recordada por muchas razones ajenas a la climatología y a la viticultura, pero desde luego tampoco fue un año sencillo en estos dos ámbitos.
El año climático se caracterizó por una gran cantidad de lluvia y temperaturas no excesivamente frías, por lo que estas condiciones favorecieron que en el campo apareciesen enfermedades como el mildiu y el oídio, sobre todo debido al abundante agua que cayó durante la primavera.
El adelantarse a los acontecimientos, un arduo trabajo de prevención en el viñedo, un buen control de follaje de la vid y el control de los rendimientos, fueron claves para que las uvas llegasen en condiciones óptimas a la bodega.
Los Sauvignon
El primer vino de la añada 2020 en haber salido al mercado ha sido Dulce Menade. Elaborado con Sauvignon Blanc, debido a su proceso de elaboración – en el cual la fermentación alcohólica se corta por medio de frío- siempre inaugura la cosecha.
Dulce Menade 2020 es un vino que se puede tomar tanto de aperitivo como de postre. Caben destacar los aromas a orejones, ciruelas con toques amargos, cítricos y fruta de hueso. En boca es un vino con un estupendo equilibrio entre la acidez y el dulzor, aportando frescor.
En Menade Sauvignon 2020 volvemos a encontrar esos aromas a frutas de hueso y orejones, tan típicos de esta variedad de uva en nuestra zona. En boca es un vino explosivo, los toques herbáceos y una alta acidez invitan a seguir bebiendo.
Nosso 2020
No hay duda de que Nosso es un vino que marcó un antes y un después en Menade y que cuenta con muchísimos adeptos. Después del éxito de la cosecha 2019, en la añada 2020 encontramos una verdeja natural con una gran sensación mineral.
Los aromas lácticos, a manzana asada, tofe y dulce de leche, así como el volumen que aporta la fermentación maloláctica, contrastan con un punto carbónico que lo convierte en un vino con chispa. Nosso 2020 tiene el suficiente cuerpo y complejidad para poder disfrutarlo con 2 o 3 meses de crianza en botella. Y en formato mágnum, ¡mucho más!
