Innovación en la viña

La inquietud de los hermanos Sanz por emplear la tecnología para obtener uvas sanas y equilibradas, de una forma respetuosa con el medio ambiente, les ha incentivado a desarrollar un proyecto de I+D+i con un dron ‘fumigador’.

De esta forma, y en colaboración con la empresa Agrodata, se están haciendo pruebas para tratar el viñedo desde el aire, lo que supone muchas ventajas: por un lado el suelo no se apelmaza, se actúa de una manera mucho más localizada, la contaminación es menor  y el tiempo de trabajo es muy similar al que se hace con el tractor.

El dron primero efectúa vuelos de reconocimiento para realizar un mapa de las parcelas, ajustando su extensión y características para planificar el recorrido. El aparato dispone de un depósito de combustible y otro que alberga el producto, sobrevuela los líneos a la altura indicada y aplica el tratamiento acorde a la cantidad necesaria.

Aunque la tecnología no está 100% desarrollada, el empleo de drones fumigadores supone un gran avance para la viticultura de precisión, porque ya no solo se emplean para digitalización y teledetección, sino también para ejecución. En Menade somos pioneros en el uso y desarrollo de este sistema.

 

Una añada climática complicada

2020 será un año para recordar en muchos sentidos, también en el viñedo. La actual añada se está caracterizando por la amplia pluviometría y temperaturas moderadas. Esto conlleva la aparición de enfermedades criptogámicas en el campo, como el mildiu y el oídio, debido sobre todo a una primavera especialmente lluviosa.

Desde el día 1 de octubre de 2019, ha caído 385 l/m2 de agua, cuando la media anual en nuestra zona es de unos 300 litros por metro cuadrado.

En Bodegas Menade el trabajo del equipo de campo está siendo muy intenso. Primero, para luchar contra el mildu: se han efectuado tratamientos con ozono e infusiones de plantas aromáticas; una detección temprana ha contribuido mucho a poder dominarlo.

Cuando el problema del mildiu se ha solucionado, ha aparecido el oídio. Para esa plaga se está empleando bicarbonato y ozono. Afortunadamente su aparición está siendo muy localizada, por lo que, con mucho esfuerzo, se está controlando.

Por si fuese poco, la polilla del racimo se ha multiplicado más de lo habitual este año. La técnica de confusión sexual es muy eficiente contra este insecto, como así lo evidencian las trampas distribuidas en las parcelas.